
La deuda eterna.
“There were no black images of dignity, no images of beautiful black people. There was a big hole”. “No había imágenes negras de dignidad, no había imágenes de gente negra hermosa. Había un gran agujero”.
Roy DeCarava
La deuda eterna
Para iniciar este escrito tardé demasiado, como prólogo de este relato insisto en mi única responsabilidad por la tardanza para hacerlo. Dicen que “nunca es tarde si la dicha es buena” y siempre será justa cuando entendamos que más allá de la urgencia de los hechos, la historia es una cicatriz profunda que hace inolvidable esta murga que traemos; dilaté el ejercicio disciplinado de escribir con el fin de colectar investigaciones que soportaran los argumentos que expondré a continuación, un repaso sobre acontecimientos que enfrentan la brutalidad policial y el hecho de ser de raza negra en este barrio llamado planeta tierra. De nada sirvió extender la construcción de esta narración, mientras sea finalizada ya habrá nuevas denuncias en contra de la honorable policía en cualquier lugar del mundo, es un barril vacío, sin fondo y sin vergüenza. Es inútil hacerse el pilo con tanto pillo de uniforme.
Escribo desde El Retiro, y los graciosos creerán que ahora gozo de una jubilación onerosa que me permite vivir cómodamente mientras imprento estas letras, pero no es así. Desde el municipio de El Retiro, cercano a la ciudad de Medellín, el cual tiene una historia que me resulta hermosa y ejemplarizante. El matrimonio entre el señor Ignacio Castañeda y Javiera Londoño en épocas actuales no tiene ningún significado, pero en 1766 esta pareja se convirtió en los primeros en voluntariamente liberar sus esclavos y sentar un precedente para todos aquellos hacendados que ante las extensas propiedades dedicadas a la agricultura y la minería ejercían la esclavitud como práctica frecuente en Antioquia. Fueron 130 en total. Eran negros provenientes de los mercados esclavistas que existían en Cartagena de Indias, la hoy turística ciudad costera tiene una participación especial cuando pensamos en la génesis de esta deuda que la humanidad tiene con la raza negra.
El propósito no es simular ser el profesor de historia, pero sí Cristóbal Colón llegó a América en 1492 para el año de 1533 Cartagena había sido fundada por el Imperio Colonial Español y se convertía en el principal puerto esclavista de América. Desde allí eran distribuidos para el mercado norteamericano a través de compradores ingleses, o para el mercado de Brasil por mercaderes portugueses. La “Heroica” fue hasta 1650 el lugar donde venir a comprar los mejores especímenes proveniente de Etiopía y Angola (hoy la llamamos República del Congo), tremendos negrotes traídos directamente desde África para ser empleados en minería, ganadería, agricultura, en actividades siempre ligadas a la servidumbre de las clases más pudientes del nuevo continente, aquel que ofrecía la posibilidad incluso de apoderarse del territorio perteneciente a los indígenas que por años ya habitaban ese terreno domesticado a punta de rejo y violencia. Por Cartagena entraron aproximadamente 196.000 esclavos entre 1500-1641, que fueron cautivos en contra de su voluntad, y al que se opusiera el castigo eran los “azotes”; eso mientras gozara de buena suerte, pues de lo contrario su premio era la pena de muerte. Un negro se denominaba como “una pieza”, se le consideraba como esclavo de primera calidad y era un orgullo para el esclavista demostrar su poder económico, exhibir una muchedumbre de africanos era un acto de vanidad exclusivo para los ricos. Se podían comprar hasta 100 “piezas” con el fín de ser revendidos en el interior del país, el mercado era tan dinámico que incluso la explosión minera en Antioquia (San Jerónimo, Cáceres y Zaragoza) y Chocó capturó gran parte de los esclavos que habían hecho tránsito en Cartagena, otras regiones como los bastos valles en Cauca se nutrieron del espíritu sombrío, de igual manera la agricultura en regiones como Santa Marta y la Guajira colmaron el territorio nacional de “esclavitud perpetua” como diría el Joe Arroyo. Por eso siempre será frecuente encontrar grandes poblaciones morochas hasta el día de hoy en regiones como Magdalena, todo el Valle del Cauca y Patía además de las cercanías al Atrato. Así fue por muchísimos años, se presume que en 1650 esto cambiaría con los descubrimientos marítimos al darse cuenta que desde Europa las corrientes oceánicas quizás podrían ser útiles para llegar al nuevo continente en menor tiempo y es así como la ruta esclavista se mudaría en gran parte para Brasil, los puertos de Recife y Salvador Bahía se quedaron con una porción gigante de las rentas por la venta de africanos esclavizados.
Tras los hechos violentos que se desataron en Bogotá y las ciudades principales de Colombia con la muerte del señor Javier Ordoñez en un procedimiento policial que quedó grabado en cámaras de aficionados que presenciaron las súplicas del detenido por policías; en un acto despreciable de abuso de autoridad por parte de quienes representan la ley, la noche del 10 de Septiembre de 2020 traza un precedente casi histórico de como la sociedad civil cansada de marchar pacíficamente ante acciones como la descrita no podía tener un final más acertado en términos de demostrar esa indignación que la quema de estaciones de policía en diferentes barrios de la ciudad capital. Así mismo ocurrió en 1992 en la ciudad de Los Ángeles en lo que es conocido como el “incidente de Rodney King”. En una pesquisa realizada por la policía fueron grabados por un video aficionado mientras de manera abusiva el oficial Koon y sus dirigidos golpeaban a un indefenso ciudadano en el piso. La difusión fue nacional y todos los medios mostraron con indignación los hechos acontecidos en el país de la libertad. Las investigaciones a los ojos de todo el país eximieron de cualquier responsabilidad a los policías, lo que desató una ola de manifestaciones que terminaron en disturbios por toda la ciudad con 63 muertos, 2.383 personas heridas, 12.000 detenidos y 1 billón de dólares en pérdidas. También hubo el uso del “taser”, descargas eléctricas para inmovilizar al detenido, lo golpearon al menos 56 veces antes de dejarlo casi sin respiración. Al menos Rodney King sobrevivió y pudo defenderse ante las evidencias grabadas por George Holliday en aquel entonces, es ingenuo creer que los abusos policiales resultan ser hechos aislados como quieren los gobiernos actuales hacerlos parecer, es una verdad que taladra el aire de la realidad, esto pasa todos los días y en todos los países, la diferencia actual es que con el rápido acceso a la tecnología se hacen virales las pruebas en redes sociales o medios de información. Rod era un negro alto y corpulento lo que además le involucró el componente racial que la historia necesitaba. Resulta mucho más improbable que este tipo de sucesos violentos ocurran con una persona blanca, y no lo digo yo, hay estudios que respaldan estadísticamente esta información.
Crecimos como sociedad por no usar la expresión “nos pudrimos colectivamente”, teniendo el concepto que los negros son útiles para trabajos de servidumbre doméstica. En los años en que la colonia española ejercía como maestra inquisidora con negritudes e indígenas en la nueva América, un esclavo destacó por encima de los demás y esta historia debería de ser más conocida por el pueblo colombiano, sin embargo, como muchos actos verdaderamente heroicos se pierden en la vorágine del tiempo y el olvido. Se trata del esclavo prieto Domingo Biohó, también conocido como Benkos Biohó, quien llegó a Cartagena de Indias producto de esclavistas portugueses, de ser el Rey en su tribu africana a servil de un señor blanco que se adjudicaba su propiedad. Para aquellos años comenzaría un proceso de resistencia al sistema colonial conocido como “cimarronaje”, mediante el cual los negros se oponían a ser esclavos y básicamente huían de donde estuvieran para conseguir su libertad. Si eran recapturados podremos repetir todos los lectores desde sus lugares, el castigo eran los “azotes”; cansado de esto el negro Benkos huyó y fundó San Basilio de Palenque, primer pueblo negro libre de América. Allí tras muchos intentos por ser recapturado se radicó con sus tradiciones africanas, lo siguieron otros azabaches que escaparon y se unieron al sueño del Rey Biohó, dentro de su nuevo pueblo conservaron sus lenguas nativas, así como sus destacados conocimientos en carpintería, forjado del hierro, música, orfebrería, sastrería, la pesca, entre otros oficios que junto con la obligada migración hacia América trajeron consigo la cultura que África ofrecía. Benkos fue aceptado como libre y cuentan las leyendas que con frecuencia era visto deambulando con otros negros libres en inmediaciones de la ciudad amurallada, en una de esas andanzas en clara manifestación de abuso, la guardia encargada de la custodia de las murallas lo apresó, encarceló y asesinó dejando un legado eterno para la humanidad: quizás Domingo Biohó fuese el primer negro violentado por agentes del estado en Colombia, sobre el sin número de vejámenes cometidos en contra de esclavos las cifras siempre estarán colmadas de vacíos históricos e injusticias que aún siguen dejando rasquiña hasta el día de hoy, y eso que la esclavitud fue abolida en 1851.
El racismo ha sido una constante en la humanidad, es una deuda eterna de la cual debemos avergonzarnos, máxime cuando en la actualidad la dureza de ser negro sigue siendo excepcionalmente rígida en un planeta tierra anacrónico a la realidad cutánea. Tener un ser humano sometido era representación magna de rentabilidad y lujo, los esclavistas veían en las “piezas” una inversión a su nombre que debía ser mostrada como señal de riqueza. Nada lejano a lo que seguimos viendo en la actualidad, grandes terratenientes capaces de comandar un ejército sometido a sus servicios y a bajo costo. No me quedan dudas que tantos años después la herida sigue abierta y la paciencia no es eterna de parte de los que por años vienen sufriendo la explotación sistemática de patrones fascistas y crueles.
Mientras estuvimos encerrados por la pandemia el mundo colapsó con la muerte de George Floyd a manos de un agente de policía en Minneapolis estado de Minnesota, se creó el movimiento Black Lives Matter (BLM) que impactó de manera global como nunca antes en la historia reciente. Las manifestaciones que comenzaron pacíficamente se tornaron en altercados del orden público que se multiplicaron por todo el país del tío Sam; ciudades como Denver en Colorado, Columbus en Ohio, New York y Louisville en Kentucky sintieron el rigor del vandalismo propio que traen las nuevas marchas a nivel mundial, la ausencia del estado en una Norteamérica plagada de diferencias sociales abismales han incubado un monstruo que como ejemplo mundial solo emerge como un kraken que más cerca que lejos hará estallar la depreciación orbital. En Colombia asesinaron a Anderson Arboleda en Puerto Tejada región del Cauca en una requisa policial quien a punta de “bolillazos” le apagaron la vida por el simple hecho de estar violando la cuarentena, calcando las caóticas marchas que espontáneamente surgieron en Estados Unidos, hoy repetimos con sangre la historia de quienes reclaman lo que consideran justo. Se siente una impotencia enorme tratar de mostrar simpatía hacia la policía, los reto desde esta lectura a recordar su experiencia negativa con los asesinos legales del poder, puedo imaginar la cantidad de anécdotas que surgen de manera inmediata, de manera natural, esa inmediatez automática de hechos combinados con la represión que ejercen hacen distante la relación con ellos. El distanciamiento entre el pueblo y la policía es evidente, no hace falta montarse en discusiones con tintes políticos, se siente una lejanía inocultable entre quien hace las veces de corrector y de quienes son castigados por su autoritarismo inhumano. Mi experiencia se remonta al año de 2007, concretamente al 13 de abril de aquel año, lo que comenzaría como un concierto que albergaba la mítica agrupación de punk peruana Narcosis; ese día casi 400 jóvenes colmaron la discoteca Barlovento pero los organizadores del evento subestimaron la capacidad del lugar y los tumultos caldearon los ánimos al son del “Sucio Policía”- (canción emblemática de la banda en mención), el escuadrón móvil antidisturbios (ESMAD) ya se había hecho presente, sonaron los disparos aturdiendo el ambiente, volaron bombas de humo y todo era solo caos; para huir hubo que correr hasta el parque del Poblado donde siguieron los disturbios. Ese día murió por un disparo policial Simón Torres de 15 años, skater que pereció en presencia de otros asistentes al concierto. El balance 1 muerto, 100 personas heridas y 70 detenidos, una anécdota inolvidable y que resulta reprochable para una institución encargada de velar por la seguridad de sus ciudadanos.
De mi paso académico por un colegio con vocación británica sólo tengo recuerdos divertidos, sin sufrir racismo alguno siempre fui el “negro” del salón, información constatable en el anuario del año donde posan los apodos usados para la época. En una frase estoica del ex presidente Barack Obama, “ser tratado de forma diferente por su raza es dolorosa, trágica y absurdamente normal. No debería de serlo”. Una verdad más grande que el coraje que exige leerla. Nos falta tener empatía por los demás, nos falta ponernos en los pies descalzos del que desea caminar por senderos de reconciliación. En la mítica Cartagena desembarcó en 1616 el sacerdote jesuita Pedro Claver, incansable defensor de los derechos de los negros, se dedicó en vida a ser solidario con los africanos que sufrían del castigo opresor de la colonia. Al hacer sus votos perpetuos solemnes, estampó junto a su firma la que sería la gran consigna de su vida:
Petrus Claver, aethiopum semper servus («Pedro Claver, esclavo de los negros para siempre»)
Quizás un ejemplo de humanización tangible en tierras colombianas desencadene en un cambio definitivo. Nuestra historia está disponible para consultarse, revivir los errores del pasado es un látigo que flagela nuestra propia moralidad. Fue común en su momento que en acto de rebeldía los esclavos destruyeran sus herramientas, disminuyeran su ritmo de trabajo e incluso incurrieran en actos de brujería y ocultismo; en la actualidad contamos con alternativas de resistencia de mayor impacto global. Toda manifestación artística realizada por las negritudes era reprimida por sus propietarios, la danza, el arte y la música son una herencia indiscutible de quienes desde África llegaron con todo su arraigo cultural. En la actualidad Oscar Murillo es quizás uno de los artistas colombianos de mayor renombre, a sus 34 años de edad ha sido ganador del Premio Turner a lo mejor del arte contemporáneo. El nacido en Valle del Cauca además de sus pinturas cargadas de color e ilusión, traza con sus morenas falanges una frase por demás hermosa y rebelde: “El pueblo ha encontrado la fuerza para adueñarse de la nación”.
Tanta rabia concentrada emergió una chispa de esperanza entre tanta volatilidad mundial. Los ánimos siguen repletos de nervios a punto de estallar y los procedimientos policiales que se han disfrazado por años en prácticas legitimas de control, han sido un caldo de cultivo para la violencia empleada en la reclamación de derechos humanos en un clamor que indiferente del país, a gritos exclama como George Floyd: ¡YA NO MÁS!
Autor:
Johnny Paulo Chacón Piedrahita
5 Curiosidades sobre este escrito:
- El más grande boxeador que ha dado la historia es Muhammad Alí, catalogado por los especialistas como el G.O.A.T. (Greatest Of All Time, la expresión “The Goat” también es traducida como el “macho cabrío”), nació en la población de Louisville en Kentucky en la actualidad foco de los disturbios norteamericanos que se acrecentaron con el ataque policial sobre Breonna Taylor de 26 años. Fue agredida por agentes de la ley con 8 disparos. Alí además de gozar de popularidad en el ring, siempre fue visto como un activista social que defendía las minorías negras afectadas por un racismo reinante en Estados Unidos y del cual hasta el día de hoy sigue siendo evidente. El más grande boxeador que ha dado Colombia es Antonio Cervantes “Kid Pambelé” originario del primer pueblo libre negro de América: San Basilio de Palenque en el departamento de Bolívar. Tierra fundada con sangre y tesón por parte del legendario esclavo cimarrón Benkos Biohó.
- La esclavitud parece una práctica abolida en la tierra, sin embargo, en la actualidad conductas aplicadas por ciertos gobiernos y países denotan comportamientos completamente cuestionables: servidumbre doméstica, retención de pasaportes y de salarios, además de obligaciones a trabajos forzados son populares en el estado soberano de Qatar quien adelanta a todo dar la construcción de escenarios deportivos para cumplir con el mundial de fútbol a celebrarse en el 2022. Se dice que al menos 29.400 migrantes han llegado hasta allí para aprovechar el boom económico que tiene la región, pero es un secreto a voces que ciertas prácticas en dicho país son catalogadas como arcaicas y abusivas.
- Los Panteras negras fueron la más influyente organización negra de los años sesenta, originarios de Oakland y comandados por Fred Hampton lograron tener un impacto social enorme y sin comparaciones entre 1966-1982. Con tan sólo 22 años el joven Fred, de quien se dice tenía una capacidad de convocatoria increíble era asesinado por el FBI en la ciudad de Chicago. El saludo de las Panteras Negras es proveniente de la subcultura de la música Soul, fue popular entre la juventud negra e incluso fue realizado por los atletas: Tommie Smith y John Carlos en el pódium de los 200 metros planos en las Olimpiadas de México de 1968. Fueron expulsados del equipo olímpico de Estados Unidos y relegados en la historia como negros rebeldes e incendiarios. Hoy es repetido por deportistas, actores y personas influyentes como señal de respaldo a la causa.
- Tras las protestas celebradas en Colombia y Estados Unidos a causa de la brutalidad policial en contra de ciudadanos del común, la inmediata respuesta por parte de los organismos de control es tildarlas de expresiones terroristas y vandálicas; distrayendo el verdadero origen de las marchas y poniéndolas en un debate moral entre corrientes de derecha y de izquierda, obligando a que las personas se pongan de un lado o del otro; replegando la verdad y tergiversando la razón. Nada nuevo en la historia. La masacre racial de Tulsa fue un estallido social entre la noche del 31 de mayo y el 1 de junio de 1921 en Oklahoma, el afectado esta vez fue el negro Dick Rowland quien en claro abuso policial generó una crisis social que dejó un saldo de: 10.000 afros desalojados, 35 manzanas afectadas y 1.256 residencias en ruinas. 100 años después y seguimos con las mismas dolencias. La herida sigue abierta.
- El apellido del autor de este relato coincide con la protagonista de esta anécdota que sirve de epílogo para la narración: “La deuda Eterna”. El señor Pedro Chacón tenía una relación amorosa con su esclava prieta Antonia Chacón a los ojos de toda la sociedad clasista de la época colonial. Al morir el esclavista, la familia se vio forzada a reconocer los derechos herenciales que la negra “Toña” tenía por sus 4 hijos nacidos de aquella travesura con su propietario. Gozamos de llevar este apellido que también resulta un compromiso para toda la vida con las causas justas de los oprimidos.
Medellín, Colombia. Noviembre de 2020
Cancionero de La deuda eterna (10 temas que respaldan el contenido expuesto)
*Joe Arroyo: https://www.youtube.com/watch?v=qrpxp1AGdLo
Canción: Rebelión
*Ismael Rivera: https://www.youtube.com/watch?v=4UaT00Di1ow
Canción: El negro Bembón
*Narcosis: https://www.youtube.com/watch?v=Ues97dFzbdE
Canción: Sucio Policía
*N.W.A.: https://www.youtube.com/watch?v=51t1OsPSdBc
Canción: Fuck the Police
*El Flaco y su Bonche: https://www.youtube.com/watch?v=cCCfiAvuZpQ
Canción: Los tombos son unos hijueputas vaya vaya
*4 SKINS: https://www.youtube.com/watch?v=ewYwdZcnnGE
Canción: A.C.A.B.
*Eskorbuto: https://www.youtube.com/watch?v=Rkw70Xu6PzY
Canción: Mucha policía, poca diversión
*Toto la Momposina:
https://www.youtube.com/watch?v=lq_i4Ik1z1w&list=PLHAVwbRL1VYzNZepR-2V40iu9_2JvTRC7
Canción: El pescador
*Bob Marley: https://www.youtube.com/watch?v=kOFu6b3w6c0
Canción: Redemption song
*Chuck Berry: https://www.youtube.com/watch?v=T38v3-SSGcM
Canción: Johnny be good