La vida suave de los pelicanos
La vida suave de los pelicanos
Texto : Santiago Cembrano.
Una bandada de pelícanos sobrevuela la costa de Luisiana. El sol primaveral acaricia su plumaje y proyecta su sombra sobre el Golfo de México. Los pelícanos planean sin prisa, pero atentos a la superficie. Descienden poco a poco y, sin agitarse, forman un círculo sobre el agua: no nos dimos cuenta, pero ya inició la cacería. Entonces rápidamente se hunden en el mar con agilidad, primero el pico y luego toda la cabeza, en busca de alimentos. Tras unos segundos emergen victoriosos, con pescados en sus buches: misión cumplida. Un minuto después el mar luce sosegado y los pelícanos, apacibles, siguen su curso a veinte metros sobre las olas.
También en Luisiana, pero tierra adentro, vive Curren$y, rimador veterano de 41 años cuyas palabras se deslizan como su colección de automóviles clásicos. Imagínalo rodando por New Orleans —su ciudad, la tierra del jazz a la que llaman Big Easy— en su Chevrolet Monte Carlo blanco del 77. Tal vez conduce como rapea, con una lengua de terciopelo que solo acelera cuando es necesario. O, quizás, imagínalo fumando marihuana de la mejor calidad, cubierto por una nube de humo espeso, en una lancha rápida que es el pasaporte desde el río Misisipi hacia la libertad.
Curren$y nadó con los tiburones desde el inicio de su carrera. En 2002 firmó con No Limit, el imperio edificado por Master P, leyenda del hustle autárquico. Con la herencia que le dejó su abuelo, P abrió una tienda de discos, pero rápidamente quiso hacerlos además de distribuirlos. Lo que había vivido y visto mientras crecía en los duros proyectos de Calliope, Nueva Orleans, era todo el material que él y sus hermanos necesitaban para su música. Progresivamente construyó su nombre y el de su colectivo hasta que a finales de los 90 No Limit Records era la muestra de que la independencia no se reñía con los millones de dólares. Hoy, Master P es reconocido como un magnate del hip hop, una historia de éxito que resalta la importancia de ser dueño de lo que haces: de tu tiempo, de tu creación, de tu futuro.
Entonces, con el mejor como maestro, Curren$y siguió su camino. A finales de los 2000, sabá que no le gustaban las reglas de las grandes disqueras: que los de corbata le dijeran con quien colaborar, que los números pesaran más que la calidad, que no tuviera el control sobre su arte. Así que decidió crear sus propias reglas, jugar su juego a su manera, no el de los demás. Curren$y explotó durante la Blog Era, un torbellino creativo de proyectos de libre descarga publicados por raperos que aprovecharon el potencial de internet para no depender del circuito comercial oficial. Con discos como Pilot Talk y tantos más, Curren$y se estableció como el padrino de aquellos que, con paciencia, sabían que la recompensa sería más jugosa si lo hacían a su manera. Así también surgió Jet Life, su propio sello, que potenció su visión y las carreras de raperos como Trademark Da Skydiver y Young Roddy. El triunfo es más dulce si es colectivo.
The Alchemist ya era reconocido como uno de los mejores productores de la escena cuando hizo Covert Coup con Curren$y en 2011. Acostumbrado al burocrático modelo tradicional, dudó cuando Curren$y le propuso que no cobraran por él, pues el merchandising sería su fuente de ingresos. Años después, Alchemist le daría el crédito a a Curren$y por enseñarle un nuevo modelo de negocio que abrió su perspectiva hacia formas más creativas de ganarse el pan. Hoy ALC Records es el ideal de cómo hacer buena música, sí, y a la vez también de cómo crear una comunidad fiel que apoya económicamente con la compra de vinilos exclusivos, camisetas selectas y memorabilia especial. Las grandes disqueras eran cajas, Alchemist pensó por fuera de ellas y ganó.
Esta revolución independiente, de paciencia y movimientos certeros, de visión a largo plazo que no se desenfoca ante prisas impuestas, tiene como a uno de sus principales exponentes a Nipsey Hussle. El rapero de Los Ángeles, que creció entre pandillas y palmeras, recibió su apodo por su ética de trabajo y siempre estar en la búsqueda del dólar; de niño lustraba zapatos, cuando creció vendía discos desde el baúl de su carro. Y aunque algunas disqueras se acercaron y hubo ciertos acuerdos, al final Nipsey decidió avanzar por su lado. Era lo que había aprendido en las esquinas, lecciones clásicas del asfalto: mejor hacerlo con los tuyos así tome más tiempo que dejarlo todo en manos de alguien más.
En 2013, ya con cierto reconocimiento como un rapero subterráneo que describía el rebusque y la temperatura de las calles californianas, Nipsey sacó su mixtape Crenshaw, en honor a su barrio. Era descarga libre, pero con un precio de cien dólares por CD. Jay-Z, como gesto de admiración y apoyo, le compró cien; joseador reconoce a joseador. La estrella de Nispey continuó elevándose, con su carrera como prueba de que sí se podía hacerlo al ritmo propio. Tras más de una década de trayectoria, Nipsey debutó oficialmente en 2018 con el álbum Victory Lap, una celebración de sus triunfos en sus propios términos. Un año después, Nipsey Hussle fue asesinado en su barrio, pero la tienda frente a la que murió, la que él había montado para impulsar a su comunidad, quedó como síntesis de su visión. Se llamaba The Marathon, o sea que no es de correr más rápido sino de mantenerse concentrado, de mantenerse.
Decimos maratón como decimos camino largo. Así aterrizamos en Aranjuez, al norte de Medellín, el eje desde el que Alcolirykoz se ha consolidado como la agrupación más grande del rap colombiano en la actualidad. Hoy celebran conciertos que se agotan en segundos y discos que funcionan como la banda sonora de las vidas de sus seguidores. Es la cosecha de lo que sembraron hace casi veinte años. Y antes de poder disfrutar los resultados hubo una convicción y una voluntad tan inagotables que no se derrumbaron ante los golpes de un estómago que rugía, de un trabajo explotador, de lo lejana que podía parecer el punto de llegada.
Durante ese camino largo, culebrero y pedregoso, llegaron ofertas de empresarios y sellos que prometieron catapultarlos al éxito de inmediato. Sin embargo, Gambeta, Kaztro y Fazeta no tuvieron afán y privilegiaron ser autores y autoridades de su música antes que venderla por una gratificación a corto plazo que se podría esfumar así como vino. La filosofía del camino largo les prometió que al final encontrarían eso que buscaban y que no había atajos para lograrlo, que el fin no justificaba los medios, que la única forma válida de llegar era seguir sus convicciones. De a pocos el camino se volvió una alfombra roja. Hoy saborean la miel. Las paredes de Aranjuez cuentan su historia y sus amigos del barrio hacen parte de su proyecto. Así la miel sabe más dulce.
Como pelícanos que oscilan entre la vida suave y la recompensa que capturan con acciones decisivas, alrededor del globo hay joseadores independiente que navegan contracorriente, con la certeza de que el botín generoso los espera. Navegan relajados, no es solo el qué sino también el cómo; un día a la vez y gozándose el paisaje. Sobrevuelan el paso del tiempo esperando a que la ocasión se presente; cuando lo hace, antes de que te des cuenta ya golearon y se fueron de nuevo. Hasta la próxima ocasión.
lista de reproducción SMOOTH LIFE
https://open.spotify.com/playlist/2GVu2i1DPQY6olj48Fs1ft?si=eRcktYDoQ3SPTns7kcpxvg